Partiendo de de Chile Chico, conocí la Reserva Nacional Jeinimeni y el Circuito de la Piedra Clavada, después de navegar por el Lago Chelenko
Todo empezó al incluir la localidad de Chile Chico en la ruta. Esa pequeña ciudad, conocida por estar muy cercana a la frontera con Argentina (paso que lleva a Los Antiguos) y por recibir muchos mochileros y viajeros por la Carretera Austral, se encuentra en la orilla del hermoso lago conocido como “Chelenko” por los Tehuelches, antiguos habitantes de la región, y significa “aguas turbulentas”. Los colonos lo bautizaron como Lago General Carrera, en la parte chilena, y Lago Buenos Aires, en la parte argentina, siendo el segundo más grande lago 12de Sudamérica y el más largo de Chile. Existe un cierto movimiento de barcazas entre la localidad de Puerto General Ibáñez y Chile Chico, bordeando la frontera Chile-Argentina y permitiendo el paso de los viajeros, pero el flujo es bastante pequeño, por lo que se recomienda buscar horarios y disponibilidad en la pagina barcaza.cl.
Durante la navegación, una hermosa mañana soleada y con viento regular, uno tiene la impresión de estar navegando por un mar patagónico. Las fotos muestran cómo la luz del sol permitió disfrutar las casi 3 horas de navegación y, al llegar en Chile Chico, ninguna sorpresa con relación a su nombre: realmente una diminuta ciudad, pero ordenada, limpia y con buena infra-estructura para recibir los viajeros. El puerto se encuentra a 5 minutos de la plaza principal y luego la calle principal con negocios y restaurantes. Al llegar, me informé acerca de pasajes a mis próximos destinos y principalmente como llegar a la Reserva Nacional Jeinimeni, principal atractivo de la región. También es posible cruzar fácilmente, en bicicleta, auto o bus a Los Antiguos, del lado argentino.
Me tomé un día entero para conocer la Reserva Nacional Jeinimeni, que incluye diferentes sectores entre montañas, glaciares, lagos y ríos, además de ser un sector incluido en el Parque Nacional Patagonia, primero parque binacional (Chile-Argentina). Lo que es polémico entre las habitantes y ambientalistas, es la posible instalación de una minería en el sector de la Piedra Clavada y Valle Lunar, por lo que esa región no fue incluida en el Parque Patagonia. Es aún algo en discusión y hasta la presente fecha se encuentra en los tramites burocráticos. Ojalá esa región pueda quedar libre de los intereses capitalistas de las minerías de Chile.
Piedra Clavada, Cueva de las Manos y Valle Lunar
Primeramente, visité el circuito de la Piedra Clavada, Cueva de las Manos y Valle Lunar acompañado por los guías de la empresa Jeinimeni Adventures (más información acá). En esa caminata, se tiene la impresión de estar en un semi-desierto, entre la estepa patagónica y los bosques caducifólios, donde la aridez y los vientos cálidos, pero con bajas temperaturas de noche y durante el invierno, permiten a esa la baja vegetación crecer y resistir a esas condiciones. Los mejores representantes de ese ecosistema son los Calafates, Senecios, Llaretas e Neneos, además del Coirón. Las formaciones geológicas realmente son increíbles.
El circuito cuenta con 7,4km y recorre un sendero de media-alta dificultad, pasando por un bello valle erosionado por hielos y ríos hace miles de años. Un punto de interés es la clásica Piedra Clavada, una formación geológica que quedó esculpida tras la erosión del agua, que resistió dada la presencia de cierto minerales más resistentes y densos que los demás. Quedó como si fuera una estaca fincada en el suelo, de 40 metros de altura.
A partir de ahí, seguimos subiendo un poco más, siempre siguiendo un sendero bastante marcado, para llegar al Portezuelo, sobre los 1.145 m.s.n.m. La vista panorámica por sobre el valle y la vista hacia Lago General Carrera fue uno de los auges de la caminata.
Cueva de la Manos
Por fin, tras caminar por 2h aproximadamente, el circuito nos lleva a la Cueva de las Manos, un hermoso sitio arqueológico con pinturas rupestres. Normalmente, se les atribuye a los grupos nómadas terrestres Tehuelches que vivían en la estepa patagonica continental, pero sería correcto considerar que son evidencias más bien de sus antecesores que vivían en la región hace más de 7.000 años. Se conoce como el “estilo de arte patagonico” y tiene una importancia fundamental por ser considerado de las más antiguas expresiones rupestres en Sudamérica. Son principalmente representaciones de manos, guanacos, aves, puntos y lineas, que dado el aislamiento geográfico, se mantuvieron bien preservadas.
Interesante notar que se encuentran manos “en positivo”, realizadas con estampados directos, y “en negativo”, hechas mediante la técnica de estarcido, técnica que se efectúa soplando la pintura sobre la mano y dejando su huella. Curioso también es notar los diferentes colores, amarillos, rojos, verdes y azules, resultado de la mezcla de diferentes minerales y elementos naturales, que además ayudan a los arqueólogos a definir los diferentes momentos en la historia de esos pueblos.
Valle Lunar
Por fin, llegamos al conocido Valle Lunar, un sector que parece como de fantasía: rocas llenas de agujeros, arenas blancas, un valle lleno de riscos rojizos, acantilados pronunciados y una vista increíble de la pampa y el valle con el Río Jeinimeni fluyendo por debajo de nuestros pies… La vista panorámica que se tiene desde esa parte alta da la impresión de estar sobre la luna y te invita a sentar y mirar…mirar como todo se mueve, admirar como somos pequeños frente a la naturaleza, mirar y encantarse con la hermosa Patagonia.
Reserva Nacional Jeinimeni
Son las 15h y todavía nos queda conocer la Reserva Nacional Lago Jeinimeni, futuro Parque Nacional Patagonia. En la entrada de la reserva dejamos el auto y nos presentamos al guarda parque de Conaf para que tomara los datos y registrara nuestra entrada. A partir de ahí, seguimos con las bicicletas a la orilla del Lago Jeinimeni, donde empezamos nuestro pedaleo circundando el lago y siguiendo el sendero antiguamente utilizado por camionetas. El lago tiene un color maravilloso azul turquesa, resultado de los ríos que desembocan desde los valles y crean ese lindo efecto. Conocí una pareja que también hacía lo mismo y disfrutamos mucho la actividad.
Fueron aproximadamente 2h de bicicleta, más unos 8 km de caminata para llegar a otro punto hermoso, el Lago Verde. Ese lago se encuentra un poco más lejos y solo es posible accederlo caminando o en bicicleta. Ya había escuchado que era posible, pero fue solamente cuando llegamos y realizamos la actividad que nos dimos cuenta que, además, es bastante accesible y que vale mucho la pena. El día estaba espectacular para las fotos y el resultado es lo que pueden ver aquí en nuestra galería fotográfica.
Todo el día fue intenso pero valió la pena. Recorrimos un parque único y muy aislado, con pocos visitantes y realmente hermoso. La carretera y la accesibilidad son bastante precarias, pero estar de frente a esos hermosos lagos es algo único! Definitivamente recomendado a todos los viajeros visitando la región de Aysén, amantes de las actividades outdoor y la naturaleza patagonica.
No dejen de acompañar las publicaciones de la serie “Descubriendo Aysén”.

Un grande abrazo y gracias por la visita!
Felipe
Viajandonaviaje.com
Informaciones recolectadas en websites y blogs de viaje, especialmente:
https://www.gochile.cl/es/reserva-nacional-lago-jeinimeni/
https://laderasur.com/destino/valle-lunar-de-jeinimeni-una-visita-obligada-en-chile-chico/