Necesito escribir acerca de esa imagen, capturada durante un viaje al Parque Nacional Torres del Paine, en la Patagonia chilena.
No sé si son los elementos contenido, las proporciones, los colores, la poética…o quizás el conjunto del todo. El tema es que me mueve a mirarla, a estudiarla, a entenderla.

Estamos en el lago Grey, uno de los atractivos de ese importante parque chileno. Es un territorio vasto, con muchas lindas vistas, montañas, lagos, ríos, glaciares, y obviamente, con personas visitando todo eso.
De hecho, quizás ahí esté el punto de mi atención: nosotros inseridos en ese ambiente. Observen esos tres homínidos caminando por la playa, en dirección a un impresionante témpano de hielo o iceberg, suelto desde el inmenso Glaciar Grey horas antes y ahora ya reducido en su masa. Estará ese pedazo de hielo apuntando algo más que su inexorable derretimiento, su fatal destino de desaparecer y contribuir con su existencia al lago que lo envuelve?
O serán las aristas de las montañas que forman el Macizo del Paine, justo detrás, con sus colores, formas e magnitud característicos, que me deja perplejo, sin palabras, sin otras miradas…puras emociones hacía el bello natural?
«At the deepest level, there is no giver, no gift, and no recipient…only the universe rearranging itself»
Me encuentro aquí, observando esa imagen, y no puedo parar. El camino, el gris, el frío, la combinación del todo que me arrebata y me lleva de vuelta a ese lugar increíble. Lo que queda es la gratitud del momento, del estar presente y haber podido sentirlo. Con toda la emoción posible. Sí, lo siento y estoy presente.
Namasté
Felipe «Pipo»
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